martes, 4 de marzo de 2014

CONSERVACIÓN DE LA LENGUA MATERNA EN ADOPCIÓN





En adopción internacional el proceso de adquisición de la lengua materna se interrumpe abruptamente en su aprendizaje y  es  sustituido por una segunda lengua. Si una lengua no se utiliza y carece de valor funcional desaparece. Es por lo que en un niño adoptivo (dentro del primer año en su nuevo hogar) la lengua materna se extingue rápidamente y la nueva lengua  asume sus funciones.
El idioma de origen, en muchas ocasiones, no tiene ningún significado funcional  para  el niño, mientras que necesitan el  idioma en el que están inmersos plenamente funcional para su adaptación material y relacional. Su anterior idioma, en la inmensa mayoría de las ocasiones, no será apoyado (hablado) por su nueva familia, sin embargo esa misma familia le proporcionará el modelo de  lengua actual apropiado.
La enseñanza de su lengua de origen  o apoyos para el mantenimiento de la misma  (para sólo una parte del día y sin el lenguaje de la familia)  conducirá en no pocas ocasiones a una turbación en la comunicación  y a generar confusión. En este caso, el esfuerzo por el mantenimiento de la lengua, sería un gasto de tiempo y recursos cuestionable así como una posible interferencia en el estudio del  idioma del nuevo país en el que están inmersos. El vínculo lingüístico favorece el apego y el niño que aún no tiene rudimentos del nuevo idioma  con el que se comunica con sus padres puede percibir mensajes contradictorios. No pocos chicos rechazan el mantenimiento de su lengua original porque fantasean que se les prepara para un posible "retorno".
Una frecuente y errónea comparación a este respecto es la que se hace con niños inmigrantes. Para los niños de familias inmigrantes, la adquisición de una nueva lengua a menudo está basada en un   modelo “aditivo”, se dará una  relación dinámica entre las primeras y segundas lenguas, pudiéndose cambiar su predominio, su importancia subjetiva y su dominio relativo. Cuando la segunda lengua es agregada a las habilidades del niño sin peligrar sustancialmente su lengua materna llamamos este el modelo “aditivo” de bilingüismo ya que son familias inmigrantes con su lengua materna totalmente funcional. Este no es el caso de la adopción.
Así puede ser una dirección errónea, la educación y actividades bilingües relacionadas con la lengua de origen, que se realizan en muchos lugares (dirigidos por una mal entendida prescripción de conservar la cultura y raíces, o bien por considerar el idioma inicial del menor como un “valor añadido” del currículo futuro del menor).  Así a la hora de fomentar la conservación de su lengua es necesario tomar en consideración la edad del niño, el valor funcional de su lengua, el significado vincular de la misma…etc.

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