jueves, 5 de junio de 2014

HABLAR DE ADOPCIÓN A NUESTROS HIJOS… ¿QUÉ DECIR?


Recordemos que nuestros hijos nos “colocarán” en el lugar de padres si somos capaces de ayudarles a descifrar el mundo complejo que les rodea. Este aforismo puede iluminar nuestra tarea como padres en relación con el hecho adoptivo y  su explicación.
Escuchamos, en ocasiones, con perplejidad, que los padres informan al niño sobre su adopción omitiendo o deformando algunos datos:

§    niegan su esterilidad, comenzando la historia desde el abandono del niño y el momento del encuentro; de esta manera ponen el acento en los obstáculos de los progenitores para hacerse cargo del niño, poniendo el peso de lo conflictivo del lado del vínculo entre el niño y su familia biológica.

§    otros deciden dar por muertos a los progenitores; borrando, de una vez y para siempre, a quienes sienten sus rivales, y con ello el posible deseo del hijo por conocerlos, buscarlos.

§    lo hacen de una vez y para siempre; hablan con el niño cerrando toda posibilidad de diálogo futuro.                                                         

§    o comienzan la historia desde el día del encuentro, negando la existencia de un tiempo previo en que su presencia no acompañaba al niño, y la existencia de la pareja que dio vida al niño.

§    informan cuando el hijo es aún muy pequeño y no dispone de toda su capacidad para comprender el hecho de su adopción, cumpliendo con el deber de informar, pero  negando las posibilidades de reelaboración de su historia por parte del niño.

§    transformando la adopción en un hecho casi mágico, dejando el encuentro en manos del niño Jesús o de la virgen como respuesta a sus rezos y negando las desventuras de un proceso que ha resultado muy costoso a nivel emocional, tanto para los padres como para los hijos.

§    o dejando en manos del niño descubrir que la falta de parecido físico entre padres e hijos procede de una forma diferente de constituir una familia.
Por ello es de fundamental importancia que a lo largo del relato en que se transmite al niño su origen se haga referencia a:

§    la existencia de la pareja que dio origen al niño

§    la esterilidad de los padres, si es el caso

§    el deseo de incorporar un nuevo hijo, si ya existen otros hijos

§    cómo y por qué fue dado en adopción

§    la irreversibilidad de la adopción

La información no debe ser desplegada de una vez y para siempre, necesita ser dosificada, reformulada y recreada en diferentes momentos vitales del niño y su familia, y de acuerdo a las posibilidades de comprensión del niño en cada etapa de su desarrollo.

Muchos niños conocen estos extremos a través de un tortuoso camino de soledad y miedos, contemplando cómo sus padres eluden el tema o lo dejan en manos de otros que no cuidarán tanto la transmisión de un  aspecto tan central para él.
Para saber más ver "El Reto de ser padres. guía práctica de postadopción" Editorial Salvat-Bruño.

 Juan Alonso Casalilla Galán. Psicólogo. Especialista en Adopción y Acogimiento Familiar.

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